El llanto de una madre por la muerte violenta de sus hijos, que llegó a estremecer a los dioses convirtiéndola en una perra que aulla su dolor hasta la eternidad, ha conmovido hoy en el Festival de Teatro Clásico de Mérida con una intensa Concha Velasco reencarnada en la maldita "Hécuba".

Esta anciana, esposa de rey y madre de hombres destinados a ser reyes, termina siendo esclava y contemplando la desolación de la arrasada Troya tras la guerra con los griegos en la que murieron sus hijos, lo que le provoca un inmortal y perpetuo dolor.

Este es el escenario de la obra "Hécuba", que escribió Eurípides en el año 424 antes de Cristo y que hoy, con una brillante e intensa Concha Velasco al frente del elenco de actores y bajo la dirección de Jose Carlos Plaza, ha cautivado a los espectadores que han asistido al estreno de esta obra, que se representará hasta el 11 de agosto en el Teatro Romano de Mérida.

Velasco, apunto de cumplir 74 años, ha puesto voz al dolor descarnado de la adaptación de "Hécuba" de Juan Mayorga, papel que le ha servido para volver por segundo año consecutivo al festival emeritense por el que siente una profunda devoción.

"Volver a Mérida es una de las mayores alegrías de mi vida", ha dicho una emocionada Concha Velasco, que ha agradecido la larga ovación del público y que ha tenido palabras de recuerdo para el director teatral Miguel Narros -recientemente fallecido- y del que ha dicho que es su "maestro".

La vallisoletana, que es la primera vez que en sus más de 60 años sobre los escenarios representa una tragedia clásica, ha estado acompañada por once actores -entre los que se encuentran José Pedro Carrión, Juan Gea y Pilar Bayona-, así como por dieciséis figurantes.

Todos han sabido reflejar con fidelidad la situación que atraviesa un ser humano cuando se le lleva al límite y al que, por eso, no se le puede pedir responsabilidades, aunque llegue a perder su dignidad.

El Teatro Romano de Mérida ha lucido espléndido como escenario de una Troya devastada que escenifica el dolor intenso de la desgracia y la traición.

"Tan solo pido salud para seguir adelante durante muchos años", han sido las últimas palabras de Concha Velasco que, junto al resto de la compañía, ha puesto en pie a un público totalmente entregado al dolor de la maldita "Hécuba".