El Juzgado de lo Penal número 2 de Mérida ha condenado a Adoración S. V., de 57 años, a un año y seis meses de prisión por un delito de atentado y una falta de lesiones cometido contra una maestra que trabaja en el colegio público Juan XXIII, en la barriada de San Juan. Además, deberá pagarle una multa de 6 euros diarios durante un mes, se le impone una sanción de 150 euros en concepto de responsabilidad civil, la inhabilitación para poder votar durante el tiempo de la condena y el pago de las costas. Puede ser recurrida.

En la sentencia se considera probado que el 6 de marzo del 2007, Adoración S. V., sin antecedentes penales, acompañada por su nuera y su nieta menor de edad, se dirigió al colegio público Juan XXII para pedir explicaciones a A.R.G., maestra del centro y funcionaria de la Consejería de Educación, por el castigo que le había impuesto a su nieta.

VEHICULO La acusada se colocó delante del vehículo de la profesora impidiéndole la salida del centro escolar, se dirigió a la puerta del conductor y se abalanzó sobre la víctima a la que zarandeó y agarró por los pelos. Al tiempo le dirigía expresiones como "eres una mala mujer, un travesti, te tengo que arrastrar y poner la cara colorada", según consta en el fallo judicial.

A consecuencia de estos hechos, A.R.G., sufrió lesiones consistentes en crisis de ansiedad que requirieron asistencia médica. Tardó en curarse tres días.

En el juicio, la acusada afirmó que se acercó al coche para hablar con la maestra y que, sin más, abrió bruscamente la puerta del vehículo y le golpeó en el abdomen. En la sentencia, se hace constar que no existe parte médico que acredite este hecho.

EL FISCAL, UN AÑO En la vista, el fiscal también solicitaba una pena de 1 año y seis meses de prisión, una multa de 12 euros diarios durante dos meses y una indemnización de 150 euros por las lesiones sufridas. La acusación particular pidió lo mismo que el Ministerio Fiscal. El juicio se celebró el pasado mes de diciembre en el Juzgado de lo Penal, aunque procedía del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1.