El conflicto que mantienen el equipo de gobierno y la policía local alcanzó ayer su máxima tensión, con tres hechos puntuales: la desconvocatoria de la mesa de negociación por parte del ayuntamiento, la denuncia municipal contra los agentes concentrados en la puerta del consistorio por hacer fuego en la calle, y la orden municipal para que los agentes retiren las tiendas de campaña. Las posturas de ambas partes siguen firmes y ni los responsables municipales quieren negociar mejoras laborales mientras los policías sigan con las tiendas de campaña en el ayuntamiento --ayer les invitó a dejar la concentración--, ni la policia dejará la sentada hasta que no se alcance un acuerdo.

El ayuntamiento desconvocó ayer la mesa de negociación prevista, y ha pospuesto la reunión hasta el día 11 de enero. Así se lo comunicó el consistorio a los sindicatos diez minutos antes de la hora fijada para el comienzo de la reunión. La razón argumentada en el escrito elaborado por el equipo de gobierno es que no negociará con "presiones".

En este sentido, el portavoz de la Federación de Servicios y Administraciones Públicas de CCOO de Extremadura, Juan Luis Lancho, dijo que con este "acto de irresponsabilidad" el ayuntamiento no hace otra cosa que darles "más fuerza y respaldo a su lucha", y se mostró seguro de que podrá más "la razón podrá con la imposición".

Los agentes, que con el de hoy llevan cuatro días concentrados permanentemente delante del ayuntamiento, aseguran que durante este período no han faltado a su puesto de trabajo cuando les ha tocado, y destacan que el ejecutivo local mantiene una actitud dictatorial" y que su intención es "echarnos a la ciudadanía en contra".