Los niños lo que más desean hacer durante el verano es jugar y divertirse, mientras que los padres quieren que sus hijos pasen unas vacaciones entretenidas y lo más didácticas posible. En este sentido, el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) nos muestra con sus talleres infantiles que el aprendizaje y la diversión son dos cosas que no tiene por qué estar reñidas.

Este año estos talleres están dedicados a acercar a los más pequeños la cultura romana del agua. Para ello, las monitoras de los talleres proponen a los niños participar en diferentes actividades como por ejemplo, convertirse en alfareros, trabajar en una tintorería, aprender a pescar o saber para qué servían los acueductos y las termas romanas.

El objetivo principal de estos talleres es que a través de diversos juegos los niños conozcan la importancia que tenía el agua para los romanos y el uso que hacían de este recurso.

Por eso, los integrantes de estos talleres también tendrán la oportunidad de visitar la exposición Aqua Romana. Técnica humana y fuerza que alberga el museo, para que sepan el uso industrial que tenía el agua en la época romana. Además, las monitoras les explicarán qué función tenía cada una de las piezas que se muestra en esta exposición.

Por estos talleres de verano, que durarán hasta el 15 de agosto, pasarán unos 200 niños entre 5 y 11 años. Raquel Molina, una de las seis monitoras que dirigen los talleres, aseguró a este periódico el éxito que tienen estas actividades entre los chavales, ya que "hay mucha demanda y muchos chicos vuelven al taller año tras años", explicó.

Estos talleres logran que los niños conozcan la cultura romana de una forma lúdica.