Las consecuencias de las pasadas elecciones generales han sido bien claras. Y demasiadas casualidades. Florentino Pérez siempre sienta a su derecha a José María Aznar. Todo iba sobre ruedas. Sonrisas. Aplausos. Victorias. Venta de patrimonio de la ciudad deportiva... Gana el PSOE y el Real Madrid pierde la Copa del Rey con el Zaragoza, le gana el Bilbao y como se empeñe José Luis Rodríguez Zapatero, que es del Bar§a, pierde la liga. No me extraña la frase del presidente del Imperio, Antonio Calvo, madridista de siempre: "vaya mierda de fin de semana, pierde el Real Madrid, el Imperio pierde el primer encuentro de la liga y ganan los socialistas".

Los del Barcelona se frotan las manos, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y están que se suben por las paredes su gran amigo Francisco Fuentes Gallardo, que es madridista desde que tiene uso de razón, o Joaquín Falcón, que sube en hombros a Ibarra cada vez que gana y ya lleva años dándole la vuelta al ruedo.

El alcalde de Mérida, Pedro Acedo, también es del Madrid, del Imperio y del PP, lo ha perdido todo, menos las ganas de seguir guerreando con Angel Calle.

Ya no veremos el bigote de Aznar sonreir a la vera de Florentino y la liga será del Barcelona a poco que Zapatero se lo proponga. ¿Se lo imaginan del brazo de Ronaldinho cantando por la calle de Alcalá con un cesto de violetas en la mano?

¡Qué lástima que no hubiera sido del Atlético de Madrid! le hubiera comprado una violeta para ponérmela en el ojal.