Aunque el verano ya hace tiempo que llegó, faltaba una imagen en las calles del centro habitual en los dos últimos años, la de los difusores de agua colgados de algunas fachadas para refrescar el caluroso ambiente. El conocido microclima estará listo finalmente a lo largo de la próxima semana y es el ayuntamiento el que va a correr con la instalación y el mantenimiento. Primero se han realizado tareas de desinfección y análisis de agua que salen de los aspersores, una cuestión que supone un desembolso cercano a los 1.800 euros, y los demás gastos también se afrontarán con los medios municipales, según ha confirmado el consejero municipal Antonio Rodríguez Ceballos, encargado de este asunto.

Lo cierto es que va a haber ese sistema de refrigeración, que tendrá un programador automático que hace que el agua salga de los difusores cuando hay una determinada temperatura en el ambiente; si no se llega a la misma, el agua no saldrá, porque se entiende que no hace el calor suficiente como para refrescar la atmósfera y gastar agua. Además, tendrán la altura suficiente como para que el agua refresque, pero no llegue a mojar a los ciudadanos y se evapore antes de llegar al suelo.

En los últimos días se generó una polémica sobre si estos gastos los deben afrontar los comerciantes integrados en el Centro Comercial Abierto de Mérida, o el ayuntamiento, que será finalmente el que asuma todo lo relacionado con este sistema.