El ayuntamiento prorroga sus presupuestos hasta aprobar las cuentas para este año 2010. Es decir, que hasta ese momento siguen vigentes las del año 2009, que ascienden a 71 millones de euros, 20 de los cuales son para pagar a los funcionarios municipales, lo que representa el 30% del total del gasto. Además, la previsión de ingresos se fijó entonces en 74,5 millones de euros, un 11,3% menos que lo recaudado en el 2008, con la crisis económica ya instaurada en la sociedad.

El gobierno local espera que esos presupuestos para este año se aprueben por el pleno a lo largo de este mes o en febrero. Lo cierto es que ya ha anunciado que las cuentas se van a regir por la austeridad, pero manteniendo los servicios básicos para los ciudadanos. La situación de crisis va a obligar a hacer recortes significativos, que van a llegar hasta el 20% en algunas delegaciones y con la previsión de que los ingresos van a seguir bajando.

La receta del consistorio ante esta complicada situación financiera es simple; habrá menos gastos corrientes, pero cree imprescindible mantener los servicios sociales.