El ayuntamiento terminará de pagar todas las facturas pendientes desde 2012 con los proveedores durante este mes. Así lo indica la portavoz municipal, Carmen Yáñez, quien destaca que a fecha de enero el pago medio se situaba en 140 días, según se recoge en el último informe de la Intervención Municipal referente al cuarto trimestre de 2015. "Hay empresas que reclaman facturas de las que no tiene conocimiento la Intervención porque en su día no se le dieron el curso legal", subraya la edil, que asegura que de las que se tiene conocimiento se van a pagar, a no ser que aparezcan nuevas por incidencias extraordinarias.
"En la práctica el retraso en el pago no es tan alto, porque si pagas facturas nuevas te penalizan y eso repercute en el periodo medio, ya que la ley te obliga a pagar las facturas más antiguas", explica la delegada. Sobre este asunto, sostiene que el consistorio ha tenido que hacer frente ahora al abono de facturas recientes del Plan Urban, incluidas las de diciembre, y que esto ha ocasionado una penalización y que aumente el periodo medio.
En esta línea, Yáñez apunta que desde finales del pasado mes de noviembre el ayuntamiento ha pagado más de 3 millones de euros en facturas, algunas de ellas con cantidades muy importantes, como las relativas al Urban y a programas subvencionados, que se han tenido que abonar para no perder la subvención. Asimismo, cabe señalar que según el informe de la Intervención, el consistorio finalizó el último trimestre de 2015 con 12,1 millones de euros en concepto de facturas pendientes.
A finales de diciembre el pago medio a proveedores se situó en los 154 días, 42 más con respecto al anterior informe trimestral de tesorería e intervención emitido en el mes de septiembre. Según los datos del ayuntamiento emeritense, en enero del pasado año el periodo medio de pago a proveedores fue de 92 días, mientras que en mayo bajó a 58.
Por su parte, el último informe emitido por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que analiza el pago a fecha de enero, sitúa a la ciudad en el noveno puesto del ranking de los diez municipios españoles que más tardan en pagar a los proveedores.
