Las obras del entorno del Templo de Diana en Mérida están prácticamente finalizadas. Solo faltan algunos remates y la búsqueda de una fecha entre febrero y marzo para la inauguración de esta nueva plaza pública que rodea uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, y que permitirá a los emeritenses y visitantes acercarse al monumento e incluso tocarlo. Los obreros se marchan tras una inversión que ronda los tres millones de euros y 26 meses de trabajo, no sin una cierta contestación por parte de algunos sectores ciudadanos --se ha creado una plataforma integrada por asociaciones ecologistas y ciudadanas y también por partidos políticos, entre ellos IU y Siex--. Aún restan algunas cuestiones previstas en el proyecto inicial que ahora tendrán que esperar a fechas futuras.

Una de ellas es la intervención en el interior del propio monumento. Las modificaciones introducidas al proyecto inicial, firmado por el arquitecto José María Sánchez tras ganar un concurso de ideas convocado en 2005 por la Consejería de Cultura, contemplaban en este sentido la construcción de un centro de interpretación del templo, pero por el momento no se ha ejecutado. Por otro lado, falta dotar a la plaza de la actividad comercial prevista en este nuevo espacio del centro de la ciudad. Se ha construido un edificio perimetral que sustituye a la caótica sucesión de inmuebles que rodeaban el solar del templo, en cuya planta superior se abrirá una decena de negocios.

Estos locales serán gestionados por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida. Su planificación ya ha comenzado, aunque será necesario un completo plan para determinar las condiciones en las que estos espacios, actualmente en bruto, se pondrán en el mercado, así como las actividades que estarán autorizadas a abrir en este privilegiado lugar, situado en pleno centro de la ciudad y presidido por uno de los monumentos más visitados por los turistas.

Por el momento se sabe que se destinarán a espacios relacionados con tres grandes ámbitos, que deben ser acotados por la amplitud de negocios que agrupan. Se trata de actividades vinculadas con el turismo y la cultura, y también como sede de instituciones públicas.

La intervención da como resultado una amplia plaza pública accesible a los viandantes, puesto que elimina el anterior cerramiento que impedía el acceso al recinto. Durante las obras se han realizado nuevas excavaciones arqueológicas, cuyos resultados han quedado a la vista del espectador. Otro elemento novedoso que incorpora este espacio son los escalones habilitados para salvar el desnivel desde la calzada hasta la cota en la que se encuentran los restos arqueológicos.