El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida está preparando un informe sobre la incidencia que tiene instalar terrazas en los monumentos. Así lo avanzó ayer el director del organismo, Javier Jiménez Avila, después de reafirmar que la terraza de la Alcazaba no se abrirá este año porque será el escenario del curso de verano que celebra cada año el consorcio con estudiantes de distintas universidades donde aprenden arqueología y restauración. Por ello, emplazó a las conclusiones del informe para determinar si se podrá abrir en futuras anualidades.

Entre otros asuntos, el gestor anunció que el traslado de la sede del consorcio, que se ubicará en el convento de Santa Clara en la calle Santa Julia, "se va a acometer este año", y que el centro de interpretación del Palacio de los Corbos y el templo de Diana sobre la evolución histórica del edificio "se incorporará a la oferta monumental de Mérida". El director hizo estas declaraciones recogidas por Efe tras mantener un encuentro en Presidencia con el presidente del Gobierno extremeño, Guillermo Fernández Vara, al que también asistió la gerente de la entidad, Carmen Trejo. En este sentido, Jiménez indicó que el consorcio está en una situación de "equilibrio", aunque "siempre es mejorable" porque el conjunto monumental de la ciudad tiene "muchas necesidades en materia de investigación, arqueología, difusión y, sobre todo, conservación".

Debido a que el consorcio depende orgánicamente de la Presidencia de la Junta de Extremadura en esta legislatura, Jiménez explicó a Fernández Vara la situación de la entidad, en la que "el 85%" de su presupuesto proviene de la venta en taquilla, proyectos y cesiones de espacio. Por otra parte, y en relación al informe que el ayuntamiento ha pedido al consorcio para eliminar una inscripción de Primo de Rivera de la fachada de la concatedral, señalar que el organismo ya lo está elaborando y que se están estudiando opciones para ver la mejor forma de eliminarla.