El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida está elaborando un inventario para ver los daños que los grafiteros están haciendo al patrimonio histórico-cultural con pintadas en numerosos monumentos emblemáticos. En muchas de ellas, aparecen las firmas de quienes las realizan y la intención es que la policía las analice y compruebe junto a los institutos a quienes corresponden. El director del Consorcio, Miguel Alba, asegura que se trata de "un problema juvenil, más de los chicos que de las chicas, que se ha convertido en un fenómeno preocupante" por el daño que producen los grafitis en yacimientos como la alcazaba árabe, el puente romano o los acueductos de San Lázaro y Los Milagros.

Esta "lacra" supone un acto vandálico que cuesta esfuerzo y dinero a la ciudad y deterioran los monumentos, porque "aunque se limpien, no queda igual", por lo que Alba insiste en la necesidad de tomar medidas contra las personas que realizan esos grafitis en los monumentos "que encima están firmando". Ese es el problema más grave de vandalismo contra el patrimonio arqueológico, junto al del daño a la cartelería que el Consorcio ubica junto a los monumentos, comenta.

SANCIONES Lo cierto es que la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura contempla sanciones de 60.000 euros, si son consideradas infracciones leves; de 60.000 a 150.000 euros para los casos graves; y de hasta 1,2 millones de euros para los muy graves. Sin embargo, son constantes las pintadas en esas señas de identidad de la ciudad, cuya imagen también se ve seriamente perjudicada de cara al turismo. Además, una ordenanza municipal tipifica que las pintadas que se realizan en monumentos o yacimientos arqueológicos suponen un hecho muy grave, con multas que pueden ir de 1.500 a 3.000 euros.

En este sentido, el pasado mes de diciembre dos jóvenes fueron detenidos como presuntos autores de unas pintadas realizadas en el puente romano.