Rodríguez Osuna reiteró ayer que los actuales concesionarios de los quioscos de la plaza de España deberán dejar los bares el próximo lunes 9 de enero a las nueve de la mañana para prodecer al inicio de las obras de reforma. «Es la última fecha, no hay más plazos. Y esperamos que el desalojo sea voluntario porque el incumplimiento de cualquier notificación oficial supone un desacato y unas consecuencias que tendrán que tener en cuenta», afirmó el alcalde. Osuna reiteró que las obras de mejora comenzarán en breve y señaló que su deseo es que los nuevos quioscos puedan estar listos para la Semana Santa.

En respuesta, los quiosqueros aseguraron que no abandonarán sus puestos de restauración en la fecha marcada y anunciaron que denunciarán al ayuntamiento si ejecuta la orden de desalojo. El portavoz del colectivo, Alberto Delgado, señaló que de llevarse a cabo, este sería «ilegal y un desahucio en toda regla», pues la adjudicación todavía no es firme. El concurso está recurrido ante los juzgados número 1 y 2 de lo Contencioso-Administrativo de Mérida y por tanto la licitación no está cerrada. De esta forma, señala Alberto Delgado, el título habilitante de los actuales adjudicatarios sigue en vigor.