Crece el interés de los empresarios por los locales comerciales del Templo de Diana. El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida ha recibido nuevas peticiones para la ocupación de los espacios disponibles, que aún continúan pendientes de los últimos trámites burocráticos para poder abrir sus puertas, cuestiones relativas a las licencias de apertura que espera que se resuelvan en breve para culminar el proyecto iniciado hace ya varios años en torno al monumento.

Los locales salieron a licitación por segunda vez el pasado mes de abril y al menos tres de los seis disponibles están adjudicados, pero solo uno de ellos ha comenzado las obras. Los espacios tienen que destinarse obligatoriamente a actividades relacionadas con turismo, patrimonio, artesanía, venta de productos extremeños y hostelería y de momento, está previsto que abran sus puertas una tienda de venta y degustación de productos extremeños, una pastelería con velador y una cafetería-restaurante.

Aunque en los dos concursos han quedado locales desiertos, el Consorcio tiene constancia de que varios empresarios están interesados en instalarse en los locales, por lo que iniciará un nuevo procedimiento de negociado para que se puedan ocupar todos y la plaza, cuya remodelación terminó en el 2011, pueda tomar vida cuanto antes. La concesión de es a 20 años con posibilidad de dos prórrogas de cinco y por su explotación, los propietarios deberán pagar un canon que oscila entre los 9.600 y los 60.000 euros. A estas cantidades habría que sumar el precio de licitación, que se mueve entre los 480 y 3.630 euros.

DESDE 2011 Cabe recordar que la polémica reforma del Templo de Diana culminó en marzo del 2011. Con una inversión de 3,6 millones de euros, buscaba convertir el entorno del monumento en la gran plaza pública que fue en la colonia romana. Los locales no pudieron adjudicarse al terminar la reforma por un problema urbanístico ya que la altura de los sótanos es de dos metros y medio y según el Plan General de Ordenación Urbana tendrían que ser al menos de tres.

Para poder autorizar la explotación, el ayuntamiento tuvo que modificar el PGOU, trámite que se demoró varios meses y que finalmente recibió el voto en contra de IU y Siex. Después, el Festival de Teatro Clásico, propietario de dos de los espacios, inició un litigio judicial con la constructura que llevó a cabo la reforma y como la intención es que todos se ocupen a la vez, el proceso volvió a retrasarse. Finalmente, los espacios salieron a licitación en abril.