Los 18 alumnos que forman parte del IX Curso de Verano de Arqueología, organizado por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, comenzaron ayer las prácticas de excavación en la alcazaba árabe. Lo curioso de estas actividades es que las prácticas arqueológicas que están realizando se centran en la puerta de la muralla romana, que tiene un refuerzo del siglo V, para encontrar los niveles originales.

El segundo punto donde están centrando sus excavaciones es en las diferentes vías y calzadas que se han superpuesto dentro de dicha muralla. Y en tercer lugar, trabajarán también en la parte más elevada de esta zona interior de la muralla romana donde se encuentran los restos de una fuente pública.

Estas excavaciones realizadas por alumnos universitarios que vienen de distintos puntos de España son un claro ejemplo del cruce entre las diversas civilizaciones que han marcado nuestra ciudad.

El responsable de las excavaciones, Miguel Alba, asegura que hasta ahora y a pesar del esfuerzo que requieren la tarea y el calor que han de soportar, los alumnos siempre quedan muy satisfechos con su trabajo porque "aprenden mucho durante estas actividades formativas ya que la mayoría de los jóvenes no tiene demasiadas oportunidades de hacer prácticas", explica.

El calor no parece pesar a estos aprendices de arqueólogos, que han afrontado con ánimo y llenos de ilusión la primera jornada de excavaciones. Beatriz Millán, una de las participantes, destaca que "lo más importante es la formación y la experiencia que adquieren". Un certificado les acreditará el día 22 de julio como arqueólogos en potencia.