Cuatro años y medio de cárcel por robar 731 euros. Con los agravantes de utilizar un arma de fuego y estar en posesión de la misma por ser policía local, aparte de utilizar "un disfraz" para no ser reconocido. Es la condena decretada por la titular del juzgado de lo penal número 2 de Mérida para Juan Francisco Gómez García, vecino de Mérida de 33 años y natural de Badajoz, por el atraco a la sucursal de La Caixa de Calamonte el 15 de diciembre del 2011. La jueza ve probado que el policía atracador robó 731 euros de la citada oficina haciendo uso de su arma reglamentaria e incluso encontrándose de servicio, por lo que ha atendido la petición de pena del fiscal. El acusado se declaró inocente y no había pruebas dactilares ni biológicas en su contra, pero hay indicios suficientes para determinar su autoría, según la resolución judicial, contra la que cabe recurso.

La sentencia recoge que en el coche que usaba Gómez --de su padre-- se hallaron prendas similares a las utilizadas por el atracador, un pasamontañas negro y un mono azul, este último con manchas de pintura "idénticas" a las del que vestía el atracador. Sus guantes reglamentarios y sus condiciones físicas coinciden igualmente con las del ladrón --se recoge que la subdirectora de la caja se alarmó en enero al verlo como cliente, pensando que venía para otro asalto--. Además, él era el único policía local de Calamonte de servicio ese día y, por tanto, estaba en posesión del móvil desde el que se hizo una llamada a la Guardia Civil de Mérida --"con voz ronca" y "forzada", al parecer del guardia que respondió--, para avisar de un robo en una central hortofrutícola que luego se comprobó que era falso.

También el arma reglamentaria del acusado corresponde con "las visualizadas por los testigos" e incluso la munición, porque durante el atraco se le cayó una bala que "rodó por el mostrador" y pudo observar la directora de la sucursal. La sentencia destaca que en el domicilio de Gómez se encontraron planos de diferentes oficinas de La Caixa en Sevilla y una sudadera con la insignia de la Policía Local de esta ciudad, y se consideran "absurdas" las explicaciones del aludido, como que tenía los planos para ir a pagar el alquiler durante su estancia en la feria de abril.

Por el contrario, se rechazan las pruebas de la defensa, como las declaraciones de testigos que "con asombrosa exactitud y una memoria digna de alabar recuerdan haber visto al acusado en el exterior del colegio San José" cuando se produjeron los hechos. Gómez fue detenido el pasado mayo y desde entonces permanecía en prisión.