La adecuación del entorno del palacio de congresos se ha convertido en una de las prioridades del Ayuntamiento de Mérida, sobre todo teniendo en cuenta la cumbre europea sobre agricultura que se celebrará en la ciudad en el mes de mayo.

La oposición ya criticó hace algunos días el "abandono" de la zona ajardinada que está entre el edificio y el Puente Lusitania, así como "el deplorable estado" de los dos primeros tramos de la avenida del Río. Pero la concejal de urbanismo, Estrella Gordillo, confirmó ayer a este diario que "de nuevo, el grupo municipal popular no se entera", puesto que ya se estaba actuando sobre la zona antes de la denuncia", y que esta remodelación es una "prioridad" para el consistorio.

Gordillo afirmó que no se puede establecer un presupuesto para las remodelaciones que se van a realizar, puesto que saldrán de los fondos propios del ayuntamiento, y los trabajos se encargarán "a los empleados municipales y a los miembros de las escuelas taller, que también tienen que hacer prácticas".

Y según ha confirmado Manuel Jiménez, delegado de Parques y Jardines a este diario, "de momento, se está allanando el terreno, ya que está muy mal, toda la zona está en bruto", Y ha afirmado que se acondicionarán la entrada y salida del edificio hacia el puente Lusitania y la zona de la barriada de El Prado.

Así, dentro de 40 días (que es el plazo de ejecución estimado para las obras), el terreno que rodea al palacio se convertirá en "un paseo con bancos de unos 20 metros con tres de camino, una zona de gravilla con palmeras y el resto, una pradera con arbustos y plantas aromáticas".

Pero el Palacio de Congresos de Mérida, que el equipo local de gobierno pretende convertir en referente del turismo de negocios, no tendrá su propio párking. Gordillo ha declarado que de momento, no hay intención de construirlo, y ni siquiera se sabe "si se puede habilitar con seguridad un aparcamiento para vehículos en la zona".