Miles de emeritenses pasan el verano en el lago de Proserpina, no todos pueden ir a la playa. Más de medio millar de chalets bordean el paseo perimetral y miles de ciudadanos, que desean más darse un chapuzón en las aguas del lago que en las piscinas públicas o privadas, van cada día a disfrutar de Proserpina.

Tanto Confederación Hidrográfica del Guadiana como el ayuntamiento deben tomar el pulso a ciertos aspectos de Proserpina. Las orillas están sucias y unos por otros las orillas sin barrer. Dicen que las orillas pertenecen a Confederación y Confederación, con toda la razón, dice que no las ensucia.

En el paseo perimetral van a tomar las medidas oportunas para subsanar ciertas deficiencias tanto de las barandillas como de las farolas, algunas por el suelo y con corriente, un peligro, pero el ayuntamiento no se hará cargo de éstas hasta que CHG no se las arregle y CHG las arreglará cuando pueda. Pasará el verano y cuando menos falta haga se entregará al ayuntamiento limpio y sano el paseo, para septiembre, cuando los emeritenses están disfrutando de su feria y no de su lago.

Pero en la misma avenida de Proserpina, donde cada día pasean cientos de ciudadanos que van a disfrutar del lago, se encuentran con baches de peligro de muerte, y llevan tiempo estando en ello.

Se arreglará, sobre todo cuando llegue la época de las elecciones, pero todavía faltan dos años y nos parece esperar demasiado. Técnicos y políticos conocen el caso, pero siguen unos y otros estando en ello. Hasta que ocurra lo inevitable y correrá más de una lágrima y pedirán disculpas. Están en ello.