Tras vagar un mes por la ciudad, Peluso y Bona, dos burros inválidos abandonados, tienen nuevo hogar. La protectora de animales El Refugio del Burrito se hará cargo de ellos después de que sus anteriores dueños, trabajadores temporeros, se marcharan de la ciudad dejándolos "a su suerte" en las calles de la barriada María Auxiliadora porque debido a su edad y a varias patologías, ya no pueden trabajar.

Así lo ha manifestado la Asociación Protectora de Animales de Mérida (Apame), que tuvo conocimiento de la situación tras recibir varias llamadas de los vecinos. Los animales fueron capturados el pasado martes hacia las nueve de la noche en colaboración con la Policía Local y desde entonces, han permanecido en un espacio habilitado en las instalaciones de la Policía Local situadas en la antigua Algodonera.

Según el representante de Apame, Hugo Alonso, los temporeros abandonaron a los burros hace aproximadamente un mes ya que debido a su avanzada edad --en torno a los 30 años-- "no sirven para trabajar". Además, afirma que uno de ellos "está herniado" y necesita atención veterinaria. Los dos animales pasaron ayer a disposición de la protectora El Refugio del Burrito, cuyo veterinario, Antonio Lamprea, aseguró que "vivirán en una finca donde podrán pastar libremente y recibir atención para sus patologías". Allí esperarán que alguna familia los adopte, aunque Lamprea reconoce que es difícil "porque se piden muchos requisitos", entre ellos disponer del espacio suficiente.

Por su parte, el concejal encargado del Centro de Acogida de Animales --la antigua perrera--, Manuel Jiménez, aseguró que "aunque es prácticamente imposible", el ayuntamiento hará todo lo posible por encontrar a los antiguos dueños, que en el caso de que aparecieran, "podrían enfrentarse a una sanción económica desde 60 a 3.000 euros".