Los trabajadores de la Consejería de Bienestar Social, situada en la avenida de Extremadura, frente el antiguo cuartel Hernán Cortés, fueron desalojados ayer durante unos 15 minutos por una falsa alarma de fuego.

El suceso ocurrió sobre las 9.15 horas, cuando los funcionarios se percataron de un fuerte olor a quemado que venía de la planta alta del edificio, por lo que se decidió que abandonaran la consejería.

Al lugar acudió un equipo de bomberos. Tras una inspección se comprobó que el olor a quemado lo había provocado una colilla de un cigarro que había sido tirada a una maceta que estaba abonada con turba, que se prendió.

A las 9.30 horas los funcionarios volvieron a sus puestos.