Un muro de tierra que sujetaba la parte trasera de una vivienda se vino ayer abajo arrastrando en su caída el patio de una casa situada en la calle José Ramón Mélida número 33, que fue desalojada y la familia trasladada a la vivienda de un pariente hasta nueva orden.

El suceso ocurrió a las siete de la mañana y vino acompañado de un estruendo. Las tres hermanas que vivían en la casa salieron asustadas de sus dormitorios y vieron como el patio había desaparecido. Lo que queda del mismo es una tapia que está en el aire y un pequeño cuarto sujeto por una columna de ladrillos cuya base se asienta en tierra.

El desprendimiento de este muro, de 9 metros de ancho por 7 de alto y 3 de profundidad, se ha debido a filtraciones de agua que lo han erosionado, ya que está compuesto de rellenos para nivelar la altura de la calle José Ramón Mélida con la del Museo. Lo que queda de patio será derribado lo antes posible.