El tráfico de drogas se ha instalado en la barriada de Bellavista, en el polígono Nueva Ciudad, donde se comercializa sobre todo con la mezcla de heroína y cocaína en mal estado, muy sucia, a cargo de pequeños traficantes, que antes vendían en La Paz --donde se sigue traficando--, y que ahora lo hacen desde esta zona, como consecuencia del realojo, según manifestó a EL PERIODICO EXTREMADURA José Sánchez Espinosa, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Extremadura.

Este hecho, aseguró, además de complicar la investigación también "hace más complicada la prevención, porque antes estaban centralizados en una barriada y ahora en varias, por lo que hay que tener vehículos en una y otra zona, que no se puede realizar porque hay una escasez de personal impresionante".

La heroína y cocaína que se comercializa llega de varios vendedores, indicó, por lo que está "muy cortada, muy sucia, y hace mucho daño al consumidor". Además, destacó que los fines de semana se consumen más las llamadas drogas de diseño --las pastillas--, mientras que el hachís es más de consumo diario y su venta es menor.

FOCO A PEQUEÑA ESCALA

Según Sánchez Espinosa, Mérida es "un foco importante de droga a pequeña escala", sobre todo "de menudeo", como lo demuestra el hecho de que "muchos drogadictos que llegan son de la zona de Don Benito, Zafra y Almendralejo, que cuando vienen aquí es porque es un foco de venta de droga".

Para luchar contra este tráfico, reiteró la necesidad de contar con más efectivos policiales, unos 75 agentes más, ya que "no tenemos suficientes ni en los grupos de investigación ni en los de prevención. De esta forma, "podríamos combatir la prevención y hacer la investigación adecuada del traficante de droga".

Ese mayor número de efectivos policiales provocaría, a su juicio, que se pudiera "no sólo incautar, sino estrangular al vendedor, y se acabaría con la venta".

En este sentido, demandó la creación de la Unidad de Lucha contra la Droga y el Crimen Organizado, con sede en Badajoz y que se desplazara por toda la geografía extremeña, con el objetivo de "infiltrarse dentro de estos grupos y barriadas y que no se les conociera, porque estos traficantes conocen a los policías".