El alcance de la deuda municipal protagonizó algunos de los enfrentamientos dialécticos surgidos ayer en el pleno extraordinario en el que se aprobaron los presupuestos para este año (85 millones, incluida la partida para la empresa de transporte), que salieron adelante con los votos del grupo municipal del PSOE y en contra de los del PP.

La chispa la encendió la portavoz del PP, Pilar Vargas, al criticar que el equipo de gobierno había confeccionado unos presupuestos basados en el incremento de los impuestos y en la petición de créditos. "Se han ido otra vez a los bancos, por lo que pagaremos más intereses y se aumentará la deuda. Es la política socialista de antes de 1995", manifestó, e indicó que hay otra forma de hacer política y puso como ejemplo "contener el gasto público y recaudar mejor sin incrementar los impuestos".

La deuda reconocida por el equipo de gobierno es de 28 millones de euros a largo plazo, nueve a corto y 30 a proveedores; mientras que el ayuntamiento está pendiente de cobró de deudas por valor de 33 millones de euros.

PRESTAMOS Por su parte, la concejala de Hacienda, Mercedes Moyano, dio cuenta del "regalito que nos ha dejado el PP, 20 millones de euros en deudas bancarias que están pendientes de pagar hasta el 2016; además de facturas sin consignación presupuestaria", recordó.

Vargas le replicó que cuando entraron a gobernar, la deuda que les dejó el PSOE fue de 42 millones de euros, pero "la reducimos en un 14%--resaltó--, lo que posibilitó que los bancos volvieran a dejarnos hacer operaciones de crédito".

En cuanto a la crítica sobre la subida de los impuestos, el alcalde Angel Calle manifestó que no era cierto, que solo habían sufrido modificaciones tres ordenanzas, sin llegar siquiera al IPC, ya que los impuestos directos aumentan un 2,5% y los directos bajan un 0,28%.

Además, indicó que el IBI rústico baja un 13,6% y en urbana sube un 3,6%, ajustándose este último concepto a la realidad.

En todo caso, indicó que las ordenanzas fiscales se revisarán si la situación lo requiere, "procurando que su modificación nunca supere el IPC".

Por otro lado, Calle criticó que el PP votará en contra de los presupuestos sin presentar alegaciones ni otra alternativa. Por esto, señaló que espera que hagan sus propuestas en el periodo de alegaciones de quince días abierto al público y a las asociaciones y colectivos vecinales.