Del sector de la construcción al de la hostelería. Diego de la Cruz, responsable de sala en el restaurante La Milanesa, se ha convertido en el Bartalent de abril de la tercera edición del Proyecto Bartalent Lab, una plataforma formativa impulsada por Coca-Cola. De la Cruz será uno de los diez participantes que se disputarán, en febrero del próximo año, el título de Bartalent 2018.

-¿Cómo nace su interés por el mundo de la hostelería?

-Yo me dedicaba a la construcción con un negocio propio, pero en 2012 tuvimos que cerrar por la crisis. Mi hermana tenía una pequeña cafetería en Mérida y me trasladé para trabajar como camarero porque soy de Fuente del Maestre. Me di cuenta de que me gustaba la hostelería y decidí seguir avanzando. Lo que más me gustó fue el trato con los clientes y el hecho de poder ayudarles a que disfruten de un buen servicio.

-¿Cómo fue el cambio de sector?

-Ha sido un cambio radical, de la construcción a la hostelería. Muchos camareros vienen también de otros sectores pero no se quedan porque al final no les llena. No tengo muy claro si volvería a la construcción porque ahora mismo pienso en avanzar en la hostelería. No quiero quedarme estancado como camarero porque cuando te gusta un trabajo quieres seguir ascendiendo.

-¿En qué consiste exactamente el proyecto Bartalent Lab?

-Es una plataforma online para motivar a los camareros y ampliar su formación. Tiene todo tipo de cursos y a través de ellos vas consiguiendo puntos. El concurso es de diez meses de duración y cada mes gana un profesional de la hostelería. Ser un mes el ganador de Bartalent te permite un curso de formación de dos días en el Basque Culinary Center de San Sebastián y ya el tercer día sería la final entre los diez finalistas.

-¿Qué ha aprendido?

-He aprendido muchas cosas y curiosidades del mundo de la hostelería. Hay una sección que se llama ‘Palabra de profesional’ donde los profesionales que tienen montado ya su negocio y están en todo lo alto te explican cómo lo han conseguido. Te vas motivando todos los días porque nuestro trabajo es muy sacrificado.

-¿Qué le gusta de su trabajo?

-Lo que más me gusta de mi trabajo son los clientes, conocer gente nueva, que vengan turistas a conocer nuestra gastronomía y poder ofrecerles productos de calidad extremeños. Me gusta poder ayudar a los clientes para que se vayan super contentos.

-¿El comensal es exigente?

-Hay de todo, pero bueno. A veces los clientes tienen un mal día y lo pagan con los camareros. Te encuentras muchísimos tipos de clientes: exigentes, agradables, incómodos... La hostelería es una forma de entender la vida. El camarero tiene que tener siempre un buen trato con el cliente.

-¿Cómo ve el sector hostelero?

-En Mérida hay muy buenos sitios para comer y cada vez hay más establecimientos. Tenemos que aprovechar el turismo porque es fundamental para la hostelería. Además, en Mérida contamos con grandes productos extremeños. Me da rabia cuando un cliente extremeño te pide un Ribera porque tenemos muy buenos productos en la tierra. Si viene alguien de fuera siempre le recomiendo los productos de nuestra tierra.

-¿Considera que la hostelería está suficientemente valorada?

-La hostelería no está para nada valorada como debiera para el trabajo que supone.