Diez de los sesenta policías locales acampados desde el martes a las puertas del ayuntamiento iniciaron ayer una huelga de hambre. De esta forma, el conflicto se recrudece y los agentes insisten en que su posición es firme y no va a cambiar de aquí al miércoles, fecha prevista para retomar las negociaciones. Aún así, hay que tener en cuenta que el consistorio ya ha avisado de que no negociará mientras persista la concentración.

Por otra parte, ayer se produjo el primer incidente grave desde que se inició la protesta policial. Y es que en torno a las cinco de la madrugada un joven se abalanzó sobre las tiendas de campaña en las que descansaban los agentes. La rápida reacción de los policías hizo que todo quedase "en un gran susto" y el joven fue detenido, aunque ofreció gran resistencia y dañó un vehículo de la policía local.

Juan Luis Lancho, de Comisiones Obreras, está convencido de que el culpable directo de esta situación es el alcalde, Pedro Acedo, "que con las declaraciones que está realizando llamándonos pistoleros está consiguiendo que individuos de la más radical ultraderecha de esta ciudad hagan ese intento de agredir".

También en la noche del viernes al sábado, en torno a la medianoche, se personó en la concentración Pedro Acedo acompañado de dos miembros del equipo de Gobierno y de varios agentes de la policía local y nacional. Una vez allí el alcalde ordenó que se apagase la hoguera que los policías mantenían encendida en la Plaza de España. El representante del Sindicato Profesional de Policías Locales, Juan Francisco Jiménez, señaló que cuando tengan "algún problema de este tipo en el Peri también le vamos a llamar a ver si es tan diligente".