La empresa Extremeña de Grasas considera que ha cumplido con las cinco medidas correctoras propuestas por la fábrica y admitidas por el ayuntamiento, y que han contribuido "a una disminución muy notable de los olores", según el escrito remitido al ayuntamiento el pasado día 9 de septiembre.

Las medidas para reducir los malos olores son el control de la entrada de los subproductos; la puesta en marcha de un sistema de seguridad del termoxidador; un sistema de captación de olores en las tolvas de descargas; funcionamiento del sistema de depuración de agua y reparación de las fugas del proceso.