TEtn El Príncipe Maquiavelo asegura que el fin justifica los medios. El objetivo en este caso, aunque lo quieran disfrazar, es el dinero. "La pela es la pela" y conseguirla, para algunos, merece hacer lo que haga falta. Así Artur Mas lanza un órdago al Estado español al poner fecha, el 9 de noviembre de 2014, a una consulta tan ilegal como absurda en la que la pregunta es "¿quiere que Cataluña sea un estado?", acción por la cual según el artículo 155 de la Constitución española esta región podría perder sus competencias para ser una marioneta de la administración central, cosa que prendería, ahora sí, un verdadero conflicto. La califico de absurda, sin ánimo de ofender sensibilidades de aquellos que desean la independencia, porque Europa ha dejado claro que no entrarían en la UE. Necesitarían mucho dinero, del que ahora no disponen, para poner en marcha un estado (moneda, cuerpos de seguridad...). Sería un desastre para Cataluña, de la que se irían muchas empresas y que no tendría capacidad para pagar pensiones o mantener una sanidad pública.

Mas no busca la independencia, quiere recibir más dinero del Estado, ya que doblan las películas que se proyectan en los cines al catalán, pero dejaron de pagar las residencias de ancianos públicas y las medicinas a los farmacéuticos. Aunque claro, sí que había para organizar una cadena humana por la independencia de Cataluña. Vergonzoso.

Y mientras ellos amenazan con atomizar nuestro país, un aventurero presenta en Mérida su intención de recorrer rutas de conquistadores extremeños, en recuerdo del gran imperio que fue España.

En un mundo que tiende a la globalización, parece que el separatismo no tiene mucho sentido, sobre todo cuando en el fondo se juega con el sentimiento de muchos catalanes, para volver a dejarlos en segundo plano, con unos servicios sociales deficientes (cuyas competencias son del gobierno catalán y no el español) para conseguir un dinero que no irá en beneficio de los catalanes de nacimiento, xarnegos o de los 200.000 extremeños que allí viven.