La edad media de los emeritenses es de 36 años, según los datos que aparecen reflejados en la primera entrega del Plan Estratégico Local, en el que analiza, en uno de sus apartados, la evolución de la población.

Así, se señala que hasta 1986, la estructura de la población mantuvo las características de una sociedad joven, con una base ancha y un vértice estrecho, que se ha ido ensanchando conforme a ascendido la esperanza de vida.

Por este motivo, el estudio, elaborado por la empresa Fundicotex, indica que la estructura de la población en el 2005 demuestra una baja tasa de mortalidad, por las mejoras médicas, higiénicas y de calidad de vida, una baja tasa de natalidad, que asciende por el gran número de población entre los 25 y 45 años.

En las conclusiones de este apartado se afirma que la tasa de la juventud supera a la de envejecimiento, aunque ambas están estancadas, y que la de envejecimiento tiene consecuencias sociales, como el de no garantizar el reemplazo generacional.

POR SEXO Y EDAD Respecto a la evolución de la población por distritos, el centro destaca por la escasa presencia infantil, el predominio de las personas ocupadas y un gran número de ancianos, sobre todo mujeres.

En la zona sur hay muchos ancianos y pocos niños, aunque hay un gran número de habitantes entre 25 y 45 años; mientras que en la zona de la Antigua, resalta la población de entre 35 y 45 años y un fuerte descenso de la población anciana.

Es la zona norte la que presenta un mayor índice de gente joven, mientras que San Andrés es la que menos población infantil tiene y es la que menos interesa para irse a vivir, además de estar en retroceso.

Por su parte, el polígono Nueva Ciudad cuenta con pocos ancianos y mucha población activa, destacando los grupos de menos de 25 años y los mayores de 45. Además, entre 1991 y el 2005, ha mantenido la menor tasa de envejecimiento.

En las conclusiones se señala que el centro es la zona más envejecida de la ciudad, mientras que las barriadas, menos San Andrés, se han rejuvenecido.