--¿Qué le movió para llegar a ser director artístico?

--La verdad es que estudié diseño de interiores pero soy un enamorado del mundo teatral. Aunque la recreación histórica no es teatro, sí que utiliza el lenguaje teatral para contar la historia. Hace 25 años empecé por mi cuenta a hacer diseños de vestuario para teatro hasta que hace siete años, coincidiendo con el inicio de Emérita Lúdica, me he estabilizado en las recreaciones históricas.

--¿Cuál es el valor real de las recreaciones históricas?

--Desde mi punto de vista el futuro del patrimonio pasa por la recreación histórica, porque si no los monumentos estarían muertos y un recreacionista verdadero siempre recrea en los espacios patrimoniales con un lenguaje teatral para contar la historia.

--¿Qué tiene Emérita Lúdica?

--Emérita Lúdica es una fiesta de los sentidos que nos reafirma en nuestra identidad como emeritenses. De alguna forma estas viajando en el tiempo a través de los cinco sentidos. Si conseguimos reunir todos los pequeños matices de los que consta una recreación histórica se consigue de forma metafórica viajar en el tiempo. Para ello las asociaciones recreacionistas son muy importantes, además de su labor de voluntariado. Estamos rodeados de unas piedras tan mágicas y que te dan tanto que a veces, cuando forman parte de nuestra vida cotidiana no lo valoramos. Este proyecto ha conseguido que nos sintamos parte de esas piedras y creo que es el verdadero éxito de Emérita Lúdica.

--¿Cómo ha evolucionado?

--Aquello que nació en el circo romano como un proyecto de difusión patrimonial y de pequeño formato se ha convertido en un proyecto de ciudad gracias a la participación masiva de los emeritenses. La gente de Mérida ha querido que esta fuera una fiesta más de las que tenemos en el calendario. Estamos haciendo un gran esfuerzo para consolidar el proyecto y que en el algún momento pueda ser declarado de interés turístico. Creo que nuestro patrimonio se lo merece y el pueblo de Mérida ha encontrado por fin una fiesta muy personal e íntima que sin pretenderlo se ha convertido en algo demasiado grande. Este año han venido más de 300 personas al taller para asesorarse sobre cómo vestirse de romano.

--A nivel recreacionista, ¿cómo se organiza todo el trabajo?

--A Pilar Caldera (conservadora del museo) y a mí nos ocupa unos siete meses la documentación, la dramaturgia, los textos, el tipo de vestuario Tenemos que revisar la historia para nutrirnos de la información suficiente y luego transmitirla. Yo me meto en este mundo e intento transmitir mi pasión a los demás porque sin pasión no hay vida y la vida es una.

--¿Qué colección vamos a ver en la pasarela romana?

--La pasarela de este año es como una lección de historia. Habrá cuatro trajes en cada pase de Grecia, Roma y de Alma-Tadema, porque tenía muchas ganas de estudiar la visión que tenían del mundo clásico los pintores prerrafaelistas.