La Hermandad de Labradores y Ganaderos de Mérida que tenían su sede en la calle San Salvador pasó a los sindicatos. "No es verdad, pasó a ser cámara agraria", y actualmente a la Junta de Extremadura.

Aquellos ganaderos y labradores que hacían su fiesta el 15 de mayo, San Isidro, junto al lago de Proserpina, construyeron una ermita que ha pasado a ser propiedad de la Junta. En estos momentos, si San Isidro y la Corte Celestial no lo remedian, el templo se hunde.

La Junta no quiere para nada el terreno ni la propia ermita, pero hay que pasar unos trámites para que pase a propiedad municipal.

El exconsejero de Agricultura, Eugenio Alvarez, había comentado en más de una ocasión que la forma de volver a sus orígenes es la petición por parte del ayuntamiento. El ayuntamiento, a través de un escrito que ha mandado, según nos ha comentado el alcalde Pedro Acedo, ha solicitado que se le entregue la ermita con el terreno colindante y este a su vez puede cederlo a la Hermandad actual para su actividad lúdica y religiosa, que se centra en el día del patrón con procesión y misa. Desean pasar un domingo agricultores y ganaderos con familiares y amigos.

Hemos asistido muchos años a las romerías en la ermita de Proserpina, ahora se hace en la finca Royanejos, de titularidad municipal. Los hay que añoran los años que se celebraba esta festividad junto al lago, nuestra charca , y que reune mejores condiciones que el actual lugar que tienen en Royanejos. Conseguir que la ermita vuelva a ser lo que fue en los primeros años que comenzaron estos festejos es el deseo de la mayoría. Sólo queda un trámite por seguir, que el actual consejero José Luis Quintana, y alcalde Pedro Acedo, se sienten y terminen con esta situación. En estos momentos la ermita sirve de nido de drogadictos. El lago de Proserpina está precioso, demos función a la ermita y al puesto de socorro de la Cruz Roja, que siendo nuevo, no se ha estrenado. Y ya es hora. ¡Qué pena!