La Escuela Superior de Hostelería y Agroturismo de Extremadura (Eshaex) va a poner en marcha un nuevo programa de prácticas con menús a partir de 7 euros destinados al público en general, con el objetivo de que los alumnos puedan adquirir «una experiencia real» durante su periodo de formación. Según explica el director de la Eshaex, Pedro Rodríguez, se está trabajando para que la iniciativa pueda comenzar a funcionar en el próximo curso, a partir de octubre, al menos uno o días a la semana de lunes a jueves.

Las personas que deseen asistir podrán hacerlo previa reserva (a través de la web de la Eshaex, y se quiere desarrollar también una aplicación móvil) y la valoración que emitan del servicio y la comida contará después para las notas de los chicos. Participarán los alumnos del grado medio de Restauración (camareros) y del grado superior de Dirección de Cocina, ambos de Formación Profesional, así como alumnos de otros cursos de formación no reglada.

DEMANDA / «Todos los profesores comentan que los chicos salen con un déficit de prácticas en cuanto al cliente real y es lo que pretendemos paliar porque también lo demandan los empresarios», afirma Rodríguez. Según explica, otros centros similares a la Exshaex en España tienen ya implantados programas de este tipo y cuentan además con muy buena acogida. «Todos lo hacen y nosotros no podemos quedarnos atrás en ese sentido», afirma el director, que explica que actualmente estas prácticas se hacen sirviendo a otros alumnos.

El proyecto aún está en fase de estudio (la Consejería de Educación y Empleo acaba de publicar el borrador del decreto en el portal de transparencia para recoger sugerencias), pero en él se plantean tres tipos diferentes de menús. El self-service, a un precio de siete euros; el menú ejecutivo, con un coste de 12 euros, y el menú degustación, a 16 euros. El primero se ofrecerá en la cafetería, donde también se podrá desayunar por 1,50 euros, y los dos menús en el restaurante a la carta ubicado en las instalaciones de la Eshaex. Rodríguez recuerda que tanto la comida como el servicio lo llevarán chicos de entre 16 y 18 años «que están empezando», por lo que los clientes tendrán que «perdonar sus errores» y ser conscientes de que no recibirán la misma atención que en un restaurante profesional.

Una vez terminada la práctica, las personas que participen podrán emitir una valoración que después los profesores tendrán en cuenta para la calificación académica de los alumnos.