La entrevista que hace años se esperaba en Mérida se ha producido. El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, se han sentado para hablar de nuestra ciudad. Ya era hora. Más vale tarde que nunca. Se ha roto el hielo que existía. Se han sacado buenas conclusiones y ha habido complicidad entre ambos.

Los temas eran muchos y delicados. Todos se ha conseguido, menos la recalificación de terrenos en la zona norte para un gran centro comercial.

El alcalde, Pedro Acedo, también va a facilitar que Juan Carlos Rodríguez Ibarra tenga en su domicilio presidencial un buen aparcamiento y una salida más de acorde con su cargo. ¡Fuera bolos y macetones!

En las próximas elecciones es muy posible que ambos emeritenses se vean las caras para luchar por la presidencia de la Junta de Extremadura. Para Mérida siempre sería un aliciente, ya que en cualquier caso se quedaría el presidente en casa y en su ciudad. Claro que, enfrentarse con Ibarra es, no sólo es peligroso, sino temerario.

El alcalde salió satisfecho de la entrevista. Se trataron como amigos. Paisanos y personas que han tenido enfrentamientos políticos pero que con el diálogo se consiguen objetivos inalcanzable hace poco tiempo. La entrevista ha sido todo un logro. En la feria de septiembre los veremos juntos, tomar alguna copa, aunque a más de uno no le guste, sobre todo a los de su propio partido, los celos en política causan pavor. ¡Bien por esta entrevista! A por la próxima.