No son muchas las veces en las que en el ayuntamiento se consigue aprobar una idea por unanimidad. Ayer en Mérida se logró, todos los grupos políticos con representación en el consistorio (PP, PSOE, IU y Siex) dieron su visto bueno al inicio de los trabajos para la aprobación definitiva en esta legislatura del estatuto de capitalidad, una ley que, entre otras cuestiones, reserva una partida de los presupuestos de la región para hacer frente a los gastos de una ciudad que alberga las instituciones autonómicas.

Los portavoces de las fuerzas políticas decidieron ayer, en junta de portavoces, retomar el texto aprobado en febrero del año 2003 en pleno. Desde el equipo de gobierno indican que este documento "nacido del consenso" sigue siendo válido en cuanto a su fondo y contenido. "Ahora se trata de adaptar ese texto a la realidad de la ciudad y la comunidad", subrayan desde el consistorio. El portavoz del Gobierno municipal, Fernando Molina, explicó ayer que las labores se centrarán ahora en introducir los ajustes y mejoras que cada formación política considere oportuno para que éstos quedan fijados en un nuevo texto que deberá ser aprobado en pleno para posteriormente ser elevado a la Junta de Extremadura. El acuerdo se produce semanas después de que el presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, visitase el ayuntamiento.

DESENCUENTROS El pasado mes de agosto el jefe del Ejecutivo apostó por la idea de abordar de nuevo la redacción del futuro estatuto de capitalidad. "Recojo el guante para que un equipo del Gobierno de Extremadura y una equipo municipal que designe el consistorio trabajen para que esta legislatura exista un estatuto de capitalidad", subrayó Monago. La unanimidad alcanzada ayer viene precedida de algunos desencuentros entre el PSOE y el PP local. En el año 2007 los populares se negaron a apoyar el discurso institucional con motivo del Día de Extremadura elaborado por los socialistas al no incluir éste la reivindicación de que Mérida tuviese su propio estatuto. El propio Guillermo Fernández Vara indicó en otra ocasión que este documento no era la solución a los problemas de la ciudad.