"¿Has visto a mi hermano?". Esa es la pregunta que Marco, ciudadano de Siracusa, le hace a todo el que encuentra a su paso cuando llega a Augusta Emerita, en busca de respuestas sobre el paradero de su desparecido familiar. Pero era el público el que contestaba la noche del miércoles, y lo hacía a carcajadas. La producción extremeña Los Gemelos dejó con muy buen sabor de boca a los espectadores, que demostraron su entusiasmo con un largo aplauso al final de la representación. La obra de Plauto, versionada por Florián Recio y cuya batuta llevó en esta ocasión Paco Carrillo, consiguió atraer a más de 2.000 personas en su estreno el pasado miércoles, una cifra que se espera que aumente considerablemente hasta el domingo, último día de la 59 edición del Festival de Mérida.

Risas, palmas y vítores fueron los gestos de un público entregado, inmerso en el espectáculo desde el minuto uno. La zona azul, Monago o el extesorero del PP tuvieron su dosis de reprimenda bajo la atenta mirada de Pedro Acedo, el alcalde de Mérida, que también tuvo que aguantar alguna pulla localista, con gran acogida por parte de los asistentes.

La escenografía, sobre la que la dirección había generado expectación, es diferente a todo lo que había pasado por este certamen. Su originalidad no deja lugar a discusión, pero algunos elementos decorativos pueden ser difíciles de interpretar. Sin embargo, los actores aprovecharon el escenario y mucho, subiendo incluso al graderío en algunos momentos para conectar de cerca con el público. La banda de Plauto , una charanga formada por siete integrantes más la cantante María José Pámpano, fue la responsable de amenizar los momentos cómicos a toque de trompeta.

El ritmo de la obra no decayó gracias al genial grupo de personajes, ocho en total, entre los que destacó Andrea (interpretada por Ana García), la esposa de uno de los gemelos, una mujer... parsimoniosa. Los ocho actores extremeños dieron vida a los pintorescos habitantes de Emerita embutidos en un vestuario cuanto menos llamativo, protagonizando hilarantes gags en los que la extravagante situación arropada por un humor sutil, alcanzó altas cotas de agudeza e ingenio.

Recio respeta la génesis de la comedia de Plauto, que cuenta la historia de dos gemelos, Marco y Pedro, que fueron separados cuando eran niños a causa de la pérdida de Marco en la ciudad de Agusta Emerita, en este caso. Tras la pérdida, el abuelo de ambos decide cambiar el nombre de Pedro por el de su hermano desaparecido, Marco. El enredo comienza con la búsqueda de Pedro, que con la ayuda de su esclavo Melindre, intentará localizar a su gemelo. Así empieza la sucesión de confusiones que, notablemente versionadas por Recio, desatan estos días las risas en el teatro romano. Hasta el año que viene.