La empresa Extremeña de Grasas continuará recogiendo despojos durante el mes de cierre acordado con el ayuntamiento --del 15 de agosto al 15 de septiembre--, según confirmó ayer un portavoz de la entidad.

De esta forma, la compañía aclara los datos avanzados el viernes por el alcalde de Mérida, Angel Calle, cuando dio cuenta de los detalles del acuerdo alcanzado con la fábrica de grasas.

TRASLADO Según explicó el portavoz de Extremeña de Grasas, la empresa no dejará en ningún momento de recoger despojos en las fincas extremeñas, aunque posteriormente éstos no serán trasladados a la planta de Mérida, sino a otras fábricas de la región o incluso a Sevilla donde serán tratados y transformados.

Y es que en caso contrario, aclaró, "se generaría un problema de salud pública".

Con todo, la fábrica emeritense tendrá cerrada durante un mes sus puertas para tratar de atajar el problema de malos olores que sufre la ciudad desde hace unos años, proceso previo al posible traslado de la planta en el plazo aproximado de un año y medio. Asimismo, operará solo en horario nocturno.