La empresa Extremeña de Grasas ha solicitado a la Dirección General de Medio Ambiente la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para la planta de transformación de subproductos animales no destinados al consumo humano ubicada en el polígono industrial.

La AAI es una nueva figura de intervención administrativa, que engloba y sustituye a un conjunto de seis autorizaciones ambientales, que establece los requisitos de carácter medioambiental (límites de emisión o generación de residuos por unidad de producción) para el funcionamiento de instalaciones como Extremeña de Grasas.

Tiene una doble finalidad, agilizar los trámites administrativos y un único permiso escrito donde se recoge los condicionantes ambientales que se deben cumplir.

Esta autorización se otorga con carácter previo a la licencia de actividad que concede el ayuntamiento.

En este sentido, hay que destacar que la fábrica se va a trasladar a diez kilómetros de Mérida en dirección sur. La empresa tiene una capacidad de transformación de 95.000 toneladas anuales.