La ciudad de Mérida contará en los próximos meses, aunque aún se desconoce la fecha exacta en la que estará funcionando, con una planta para reciclar los residuos de la construcción y demolición. Para ello, las empresas Provivesa, Bedminster y Constructora Hispánica han constituido la sociedad Recoden. La gestión es por 40 años y la inversión para poner en pie este negocio es de diez millones de euros. La intención es que procese todos los residuos que se produzcan en el municipio, según fuentes del grupo Provivesa.

El proceso de reciclado empezará en la obra, donde se hará una primera clasificación. El material se transportará luego hasta la planta de reciclado en donde se realiza un segundo procesado de los residuos separando los que sean tóxicos y voluminosos (bañeras, puertas, sanitarios, ventanas....). Una vez clasificados empezará el proceso industrial, en el que los residuos válidos viajan por distinta maquinaria que criba, tritura y limpia hasta obtener diferentes áridos con diferentes granulometrías aptos para incorporarse de nuevo al proceso constructivo.

Los residuos no aptos para este procesamiento como plásticos, metales, maderas, cartón papel... que si son recuperables por otras plantas serán entregados a gestores autorizados para su reciclaje en las fábricas adecuadas.

La instalación estará en una superficie de 4,5 hectáreas. Anexo a la misma está el vertedero de inertes, que se adecuará a las normativas mediambientales: impermeabilizaciones, sistema de drenajes canalizaciones.

Con el acuerdo alcanzado, afirman desde Provivesa, acaba un largo período de trabajo para materializar un ambicioso proyecto medioambiental.