La escasez de fondos en las arcas municipales se ha cruzado en un nuevo plan del ayuntamiento, en este caso el que pretendía sustituir los elementos del alumbrado público por otros más eficientes. El equipo de Gobierno acaba de recibir los resultados de una auditoría energética encargada el año pasado, que incluye medidas correctivas para ahorrar 452.400 euros al año. Sin embargo, para conseguir este objetivo se requiere una inversión global de 2,9 millones de euros, una cantidad de la cual el consistorio no dispone en estos momentos, y después esperar seis años para amortizar el gasto.

Esto no significa, según avanzó ayer la portavoz municipal, Estrella Gordillo, que el ayuntamiento no siga realizando actuaciones encaminadas al ahorro energético, pero lo irá haciendo según la disponibilidad económica. Además utilizará los resultados de la auditoría como guía para ir acometiendo aquellos proyectos que resulten prioritarios atendiendo al nivel de eficiencia y ahorro. Gordillo estima que las primeras medidas se podrían concretar el próximo año gracias a la financiación de una nueva edición del Plan E, si finalmente se vuelve a convocar.

Desde el ayuntamiento no ponen fecha, por tanto, a la finalización de todas las medidas propuestas por la empresa Ingeniería Gestión y Comercio 2008 S. L., que es la que ha realizado la auditoría, con un coste para el ayuntamiento de 42.634 euros, la mitad de los cuáles han sido subvencionados por la Junta a través de un programa del Instituto de Diversificación Energética (IDAE).

Según el estudio, Mérida cuenta en la actualidad con 11.000 puntos de luz en la red de alumbrado público, y 183 centros de mando. El ayuntamiento paga una factura anual 1,8 millones de euros, por lo que el ahorro estimado de 452.000 euros supondría una rebaja del 25% de este gasto. En términos energéticos, las medidas ahorrarían 4.680 megavatios/hora de los 13.600 que se consumen cada año, lo que supone el 34,4%.

Casi la mitad de la inversión se destinaría a la sustitución de los balastos electromagnéticos por otros electrónicos. Otras medidas son la sustitución de lámparas, la instalación de un sistema con estabilizador regulador de tensión, reparación de sistemas de control, revisión de los cuadros de mando, sustitución de luminarias, cambio del cableado y montaje de condensadores en los cuadros de mando.

También se prevé la implantación de un sistema de telegestión, que permite regular todo el funcionamiento del alumbrado desde una sala de control y adecuarlo a las necesidades. Esta tecnología permite controlar los consumos en tiempo real, y así detectar anomalías para minimizar gastos innecesarios. También tiene capacidad para regular el funcionamiento del alumbrado de los monumentos.