Ha comenzado la cuenta atrás para las elecciones municipales y autonómicas. Mérida se ha quedado sin la Comandancia de la Guardia Civil, sin la sede del Gobierno y ahora sin la Plataforma Logística que se prometió a Mérida y se ha firmado ponerla en Badajoz.

Tenemos mala suerte. Y esa mala suerte la tenemos con Proserpina. Este verano no se ha abierto el puesto de Socorro de la Cruz Roja y se caerá el edificio sin estrenarse, batiremos un récord; se iba a entregar el paseo perimetral por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana al ayuntamiento y el tiempo pasa; cada vez faltan más troncos de la barandilla; se prometió por CHG limpiar las orillas y esperarán para el próximo verano; se habló de pavimentar las calles, dieron hasta el nombre de algunas y ahí están, entra el otoño, las lluvias, que dicen que van a ser escasas, y sigue igual.

Hay decenas de anuncios prohibiendo los vehículos a motor por el paseo y hay hasta competiciones de motos en determinadas horas y algún que otro coche a la sombra mientras su dueño pesca; está sin vigilancia una zona donde viven varios cientos de emeritenses como vivienda habitual y no hay teléfono; se sigue sin arreglar la ermita de San Isidro y todo su entorno.

Los sin se convertirán en con cuando lleguen las elecciones municipales, menos mal que cada cuatro años tenemos una limpieza general, una docena de rotondas más y una ducha colectiva para estar decentes a la hora de introducir la papeleta.

Mérida está guapa, sólo hace falta peinarla para presentarla en sociedad. Comienza la cuenta atrás y se notará en beneficio de la ciudad.