Los cimientos de la familia García de Blanes los puso Román García de Blanes Osorio y Pardo de Aguilar, que nació en Lugo el 13 de noviembre de 1867 y murió en Mérida el 11 de abril de 1952. Se casó con Margarita Pacheco Lerdo de Tejada y tuvo varios hijos, nietos, biznietos y tataranietos.

Los cimientos de crear en Mérida una serie de instituciones que le dieran a la ciudad mayor contenido comenzó por propiciar la venida de tropas militares y ceder terreno para el cuartel de Artillería.

EL PARADOR NACIONAL Se aprovechó la visita del Rey Alfonso XIII a Mérida el 17 de diciembre de 1927, acompañado del presidente del Consejo de Ministro Miguel Primo de Rivera, el Duque de Alba y el Marqués de la Vega Inclán, que era Comisario Regio de Turismo, el alcalde Francisco López de Ayala de la Vera, el concejal Román García de Blanes y Pacheco, quien propuso al Monarca: "La necesidad, según consta en los archivos históricos, de que Mérida, con tantos monumentos históricos y arqueológicos de valor inestimable, tuviera buenos alojamientos y las comodidades que los gustos modernos exigían, de no hacer así, la gran corriente de turismo internacional, que van a traer a nuestro país las exposiciones de Sevilla y Barcelona, próximas a celebrarse, derivaría indefectiblemente hacia otros puntos donde encuentre buenos fondas y hoteles en que alojarse , perdiéndose para Mérida los beneficios que el turismo representa para los pueblos que saben atenderlo y fomentarlo debidamente".

Lo que había comentado Román Garcia de Blanes al Monarca no cayó en caso roto. Estaba a su lado el Comisario Regio de Turismo y aceptó la fórmula siguiente: "Cesión temporal a dicha Comisión Regia de un edificio bien situado y de extensión suficiente a los fines a los que se ha de dedicar, que sería transformado por la misma mediante las obras que fueran precisas en un hotel con comodidad y confort modernos. Este hotel sería explotado por la Comisaría Regia, bien directamente o arrendándoselo se quien tuviera por conveniente. La posesión del ayuntamiento en ningún momento perdería la propiedad del inmueble, quedando en su beneficio cuantas obras hubieran realizado".

El edificio propuesto no era otro que la cárcel del partido, que estaban visitando y que en principio les pareció un lugar adecuado, un edificio con solvencia.

La impresión causada no pudo ser mejor hasta el punto que se aprobaron en tiempos record los proyectos para lo que sería en el futuro, lo es en la actualidad, el Parador Nacional Vía de la Plata de Mérida, en la plaza de la Constitución.

Los miembros corporativos, al margen del ya citado alcalde Francisco López de Ayala, el concejal Román García de Blanes y sus compañeros de corporación Antonio Espárrago, Miguel Aretio, Bonifacio Calderón, Blas Sáez Díez, Serafín Molina, José García Pelayo, Clemente Velázquez, Manuel Romero y Fidel del Río. Nuevamente la familia García de Blanes había conseguido otro importante objetivo para Mérida.