Juan Manuel Expósito por fin va a poder ayudar a su nieta. Ayer, tras la aparición en este diario de la noticia de que su familia había reunido casi 2.000 kilos de tapones de plástico para cambiarlos por una silla de ruedas y habían resultado engañados, una familia de Mérida le ha regalado la silla para su nieta, que tenía una, pero que quedó inservible tras sufrir un percance en un ascensor. A sus benefactores les agradecen el gesto.

Del caso se han hecho eco varios medios tras saberse que una empresa portuguesa prometía canjear los tapones por la silla, pero ahora nadie sabe nada de ellos.