Las familias de etnia gitana que desde primeros de año están acampadas en los terrenos del recinto ferial, ocupado por unas 15 caravanas, deberán abandonar la capital extremeña. El plazo dado por el ayuntamiento terminaba ayer por la tarde.

Los integrantes de estas caravanas proceden de Badajoz, donde estuvieron algo más de una semana entre Navidad y Nochevieja, hasta que la policía local les dijo que dejaran la ciudad. Estuvieron acampados en El Nevero. Según relataron al El PERIODICO viven de hacer sillas, afilar cuchillo y vender ropa. A la policía le contaron que venían de Lisboa (Portugal), a donde acudieron a una boda, y que se dirigían a Francia.

El lunes, una patrulla de la Policía Nacional y otra de la local, identificaron a los componentes del asentamiento, a los que se les informó de que estaban incumpliendo la ordenanza municipal que prohíbe las acampadas y les invitaron a marcharse. Les dieron de plazo hasta ayer.

Por su parte, los agentes de la Policía Nacional, al ver que se trataba de personas de nacionalidad francesa pero de origen argelino, comprobaron si cumplían los requisitos de la ley de extranjería para estar en España. Tenían los papeles en regla.

Desde comisaría se señala que durante estos días no ha habido un incremento significativo de robos en establecimientos.

El único incidente relacionado con estas personas ocurrió cuando se ofrecieron en una tienda a afilar los cuchillos. El dueño aceptó, pero la factura por el trabajo le pareció desmesurada y se negó a pagar. Los afiladores, por su parte, se negaron a entregarles los cuchillos. Intervino la Policía Nacional y se solucionó el problema. Se prevé que estas familias se dirijan ahora a Don Benito o a Cáceres.