El valor, la fuerza y la resistencia del deportista se conjugaron ayer en los cerca de 1.600 participantes, procedentes de 36 provincias españolas, que hicieron frente a la carrera de obstáculos más dura de España. Por segundo año consecutivo, la ciudad acogió la celebración de la Farinato Race, una prueba deportiva muy exigente que en esta ocasión contó con 7,5 kilómetros de recorrido por el entorno del parque de la Isla y del Acueducto de los Milagros. El éxito que tuvo pasada edición ha hecho que este año se haya superado en un 80% el número de participantes, además de la participación femenina, en un 34%.

Los farinatos disfrutaron durante toda la jornada del ambiente festivo que se vivió en la zona del recinto ferial, donde cientos de corredores y espectadores, acompañados de amigos y familiares, cogieron fuerzas al ritmo de la música del dj. Por su parte, los más pequeños pudieron participar en múltiples actividades y en torno a un centenar de jóvenes compitieron por la mañana en la farinato infantil, adaptada a su físico, mentalidad y edad, y con la que la organización recauda fondos para la iniciativa solidaria Patrocina un Deportista.

Las zonas de la valla electrificada y la del acueducto, donde los farinatos tuvieron que subir una cuerda de seis metros, fueron algunos de los puntos más emocionantes de la prueba. Una de las sorpresas tuvo que ver con el estado de drenaje del río, que provocó un barrizal de barro de gran calado que elevó la dureza de la carrera, que ya de por sí supera sus límites en cada cita. Pero es que un auténtico farinato nunca se rinde, por ello los deportistas no dudaron en trepar, luchar y ensuciarse durante el recorrido para conseguir llegar a la meta.

Alejandro Samper, que completó la carrera en 40 minutos y 55 segundos, y Andrea Montero, con un tiemplo de 57 minuot y 45 segundos, se convirtieron en los "farinatos de hierro" de esta edición. No obstante, todos los participantes que completaron la Farinato recibieron una medalla. Unas 250 personas trabajaron en la organización de la prueba, que contó con 40 efectivos del Ejército, y es que cualquier esfuerzo es poco disfrutar sin contratiempos de esta gran batalla de superación personal.