El primero que pensó en realizar una feria de muestras en Mérida fue Florencio Hidalgo Barquero, en el año 1977, que luchó lo indecible por abrirla en la antigua algodonera.

Hizo todas las gestiones posible, pero la entonces Asociación de Empresarios de Mérida no se involucró en la idea y se quedó paralizada.

Las ilusiones de Florencio Hidalgo no cuajaron. Más de un político puso alguna que otra zancadilla para que se impulsara de forma definitiva Feval en Don Benito, que no estaba reñido una con otra.

Mérida, ciudad industrial extremeña por antonomasia, merecía esta feria, no sólo para la presentación de sus productos sino de todos los artesanos e industriales de la región.

Ese fue el primer embrión en esta ciudad, que ahora quiere retomar el alcalde, Pedro Acedo Penco, con una feria de muestras en las instalaciones de la antigua fábrica de la Cross para seguir el desarrollo de la ciudad y, al margen de lo político, continuar un camino que nunca se debió abandonar.

Hay que impulsar lo que en un principio fue idea de Florencio Hidalgo Barquero y ahora del alcalde de Mérida Pedro Acedo. Poner trabas, levantar barreras es algo muy común en esta sociedad emeritense. Todo parece que se encamina a la campaña electoral, y de un lado y de otro nos damos de bofetadas para que en otras ciudades se aprovechen para seguir construyendo sus ferias como Don Benito, Trujillo, Almendralejo, Fregenal de la Sierra, Monasterio, Jerez de los Caballeros, Zafra o Badajoz. Es hora de nuestra feria y si alguien pone algún impedimento está poniéndose en contra de Mérida.