El abogado de la familia de los dos jóvenes que murieron en un accidente de tráfico en mayo del 2004, en el puente Fernández Casado, ha pedido una pena de 10 años de cárcel (cinco por cada uno de ellos) para el conductor del vehículo implicado en el choque con el ciclomotor en el que viajaban los dos menores, Manuel Linde y Miguel Angel Malpartida, de 17 y 16 años, respectivamente, cuando perdieron la vida. Además, solicita una indemnización de 200.000 euros para las familias de las víctimas.

El juzgado de lo Penal número 2 acogió ayer la primera de las tres vistas orales previstas en este juicio contra Miguel Antonio Benítez por homicidio imprudente. Hoy está previsto que se tome declaración a 22 testigos y mañana lo harán los peritos de la Guardia Civil.

Al terminar la sesión, familiares y amigos de los dos fallecidos esperaron durante tres cuartos de hora la salida del acusado, quien logró abandonar las dependencias en un coche de la Policía Nacional que aparcó a pocos centímetros de la puerta del juzgado. Durante unos segundos, el automóvil fue zarandeado y golpeado en medido de insultos a Miguel Antonio Benítez.

UNA PIEDRA En su declaración, el acusado contó que sobre las diez de la noche del 29 de mayo del 2004, se dirigía hacia el polígono Nueva Cuidad a través del puente Fernández Casado, cuyas luces, aseguró, estaban apagadas, a una velocidad de entre 60 y 70 kilómetros a la hora. En un momento dado, oyó un impacto muy fuerte en la luna delantera derecha, que se agrietó, por lo que perdió visibilidad, y que atribuyó a una pedrada, sin que en ningún momento viera moto alguna.

Por temor a la reprimenda de su padre, llevó el vehículo a una nave del polígono industrial El Prado, donde lo dejó. Al día siguiente, acudió a comisaría para denunciar la pedrada al vehículo y fue allí donde se enteró de lo ocurrido a los dos menores.

También declararon varios agentes de la policía local y Nacional, que testificaron que el día del accidente el puente estaba iluminado, que las dos víctimas no llevaban casco y que la luz trasera del ciclomotor parecía estar fundida. También contaron cómo encontraron el coche en una nave del polígono industrial propiedad del padre del acusado y como, a través del dueño de un bar, se despejó la entrada a la misma para que pudiera entrar el vehículo implicado en el accidente.

Por otra parte, el fiscal solicitó para el acusado Miguel Antonio Benítez cuatro años de cárcel, dos por cada uno de los delitos de homicidio imprudente; dos años de prisión por el delito de omisión del deber de socorro, el pago de las costas del juicio y unos 200.000 euros de indemnización para las dos familias.

ABSOLUCION La defensa del acusado pidió, por su parte, la absolución del Miguel Antonio Benítez, ya que considera que no hubo delito, sino una doble infracción administrativa de tráfico, una por circular a 80 kilómetros por hora en vez de a los 60 permitidos y otra por parte de los fallecidos, ya que circulaban dos en un ciclomotor de una plaza, "de noche, sin luz de cruce ni trasera y sin casco. Nos deberíamos preguntar qué resultado hubiera sido si los ocupantes del ciclomotor hubieran llevado casco", indicó.

El abogado de la empresa aseguradora Mapfre mostró su disconformidad con las peticiones de responsabilidad civil.