Un forense está controlando que la extracción de restos en el lugar del cementerio donde se van a construir nuevos mausoleos se realiza de manera adecuada. Los huesos se guardan en bolsas individuales y se trasladan a nichos, con el fin de darles una sepultura digna y tenerlos disponibles para someterlos a un estudio antropológico si alguien lo solicita.

Según la Delegación de Cementerio, cuando se empezó a excavar en la zona se desconocía que fuera posible la aparición de restos, pero que una vez que han salido, se están recuperando para poder descartar que allí se encuentra la posible fosa común de la guerra civil.

Los restos podrían pertenecer a personas de todas las edades enterradas en tumbas en tierra antes de 1950, cuando tan sólo existían tres tipos de sepultura (mausoleos, panteones y tumbas en tierra), ya que los primeros nichos comenzaron a construirse en la década de los 50.

Por su parte, la concejal del PSOE, Carmen Yáñez, exige al equipo de gobierno que paralice las obras y que los mausoleos se construyan en el nuevo camposanto, para "no repetir errores del pasado y no hipotecar la única zona sin edificar que queda en el antiguo cementerio con grandes obras funerarias, en detrimento de la memoria de los restos que allí descansan".

Según Yáñez, en una visita a la zona, "he visto actuar a la máquina excavadora, sacar restos óseos de las personas que recibieron sepultura en lo que fue el cementerio civil, unos zapatos de niña y una lápida de una mujer apedillada Silveira".

Desde el equipo de gobierno se ha acusado a Yáñez de hacer declaraciones morbosas, "cuando lo único que se está haciendo es recuperar los restos de forma ordenada para darles una sepultura digna".