No hace muchas fechas saltó en prensa la noticia de que existía la posibilidad de que se instalase en Mérida una conocida empresa de energía verde con la sana intención de montar una planta fotovoltaica de 250 megawatios de potencia. Mostraba su interés en hacerlo junto a la autovía A-66 y en las proximidades del cruce de Mirandilla, en la finca municipal de Royanejos. Terrenos que según tenemos entendido, ha pedido al ayuntamiento que le facilite en régimen de alquiler. El proyecto de Dahmma Energy, famosa en estos menesteres, se fundamentaría en una planta solar que daría trabajo a unas 500 personas aproximadamente durante su construcción. Una vez terminada, la empresa asegura que se quedarían en plantilla para su mantenimiento unos 70 empleados.

Parece que este es un proyecto que lleva dando vueltas alrededor de la capital autonómica bastantes años ya, según comentarios evidentes de personas cercanas a la Administración. No obstante, desconocemos cuál puede ser la razón por la que no se haya definido de una vez por todas la construcción de la planta, sobre todo teniendo en cuenta la inversión, que rondaría los 250 millones de euros, y que si valoramos la aportación económica que podría suponer para las arcas municipales en concepto de licencias e impuestos, solo en la primera fase y a título de información, el pellizco podría ascender a doce o trece millones. Supondría un respiro casi milagroso para nuestro consistorio.

Nos consta que nuestros mandatarios municipales celebran el advenimiento de una empresa y un proyecto como este con palmas y alegrías, sobre todo teniendo en cuenta que las primas a las energías renovables se eliminaron hace algún tiempo. No deja de ser una apuesta por el desarrollo y la innovación en estos momentos de dificultades económicas, y también una noticia importante para nuestra ciudad, todo ello sin tener en cuenta que existe otro proyecto alternativo y en la misma zona, para la instalación de un parque para mercancías peligrosas. Que también-