El concejal del grupo socialista, Julio César Fuster, ha calificado de "inaceptable" que el ayuntamiento ponga solo en marcha la parte administrativa de la junta municipal de distrito.

A juicio de Fuster, éstas "deben ir acompañada también de la participación de los grupos políticos y de las asociaciones de vecinos, porque es lo que dice el reglamento".

Así responde el PSOE al anuncio del consejero Municipal de Relaciones Institucionales, Miguel Valdés, de poner en funcionamiento dos junta de distrito, una en La Antigua y otra en Nueva Ciudad, que abrirán a primero de año.

Sobre la decisión de aplazar la elección del presidente y los vocales de las juntas, Valdés indicó que era mejor dejarlo para después de las elecciones. A este argumento, respondió ayer Fuster que "Mérida no se puede parar por unas elecciones".

DINAMITAR EL CONSENSO Por su parte, Valdés acusó al grupo socialista de querer "dinamitar" el clima de consenso y entendimiento que han predominado durante las negociaciones para la aprobación de los reglamentos de la ley de Grandes Ciudades. En su opinión, con sus declaraciones, Fuster pone de manifiesto "lo poco que los socialistas han comprendido el espíritu de la ley".

Recalcó que el ayuntamiento tiene que ir dando pasos "poco a poco" en el desarrollo de la ley, así como en la puesta en marcha de las dos oficinas de distritos.

Para Miguel Valdés, el PSOE participa de forma "escasa" en la vida democrática, porque carece de propuestas, critica las decisiones del equipo de gobierno e intenta que la Federación de Asociaciones de Vecinos tenga voz en los asuntos municipales.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Mérida también criticó la fórmula utilizada por el ayuntamiento para poner las junta de distrito, "sin presidente ni vocales".

El portavoz de la federación vecinal, Joaquín García, aseguró que "nada tiene que ver lo que quieren hacer en Nueva Ciudad y en La Antigua con una Junta de Distrito".