Faltaban pocos minutos para las dos de la tarde. A algunos miembros de comparsas se les notaba el cansancio de una noche larga, primero en el centro cultural Alcazaba, donde fueron presentadas todas las murgas, y después en la calle. Pero casi ninguno faltó a su cita de ayer en La Antigua, donde las comparsas y chirigotas actuaron en la casa de la cultura en una fiesta organizada por la asociación de vecinos de esta barriada, y en la que, además de música e ironía, el protagonismo estuvo en la mesa.

Los vecinos allí presentes disfrutaron de las letras de las canciones y de la degustación de pestorejo, panceta y garbanzos, productos que atrajeron al lugar a más de uno, incitado también por la agradable temperatura y un sol espléndido.

Después de esta aparición en la calle, ahora llega la parte seria del Carnaval: el concurso, que llenará de público el próximo fin de semana y el día 24 el palacio de congresos.