La Sociedad de Gestión Pública de Extremadura (GPEx) ha sustituido cuatro coches de su parque móvil por otras tantas bicicletas eléctricas, que evitarán la emisión a la atmósfera de 30 toneladas de dióxido de carbono al año, reducirá gastos y mejorará la salud de sus trabajadores.

Esta iniciativa se enmarca en el plan de ecomovilidad puesto en marcha por esta empresa pública, que tiene intención de extenderla progresivamente en sus seis centros de trabajo situados en Mérida, con el fin de que su medio millar de trabajadores vayan haciendo poco a poco "una ciudad más amable".

El alcalde, Angel Calle, ha felicitado a la empresa por la iniciativa, ya que en su opinión se trata de un "gesto de responsabilidad para con la ciudad y sus ciudadanos".