El ayuntamiento espera recaudar el próximo año 48 millones de euros por el cobro de impuestos, a pesar de que no se van a subir los tributos. La razón fundamental es la actualización del Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) y del catastro. Esto supone casi el doble de la recaudación prevista de ingresos por impuestos para el cierre del ejercicio actual, que supondría unos beneficios de 25 millones de euros.

El consistorio recaudará este año ocho millones de euros por el IBI, que se liquida por primera vez a 1.385 nuevos contribuyentes que no figuraban en la Ponencia de Valores del Catastro de 1996, la última realizada, y que pagarán en conjunto 1,6 millones. Los ingresos por este impuesto pasarán de cinco millones en el 2001 a ocho en el 2004, según las cuentas anunciadas en su día por la edil de Hacienda, Gloria Constantino.

Además, el equipo de Gobierno tiene intención de hacer una revisión total de la Ponencia del Catastro el próximo año. En este sentido, a falta de los datos oficiales de este año, sólo en el 2003 el ayuntamiento recaudó 600.000 euros más por actualizar la base catastral, que supuso 1.650 nuevas notificaciones.

Por otro lado, en el 2005 Hacienda únicamente modificará las tasas que se pagan por la Guardería Infantil y por el conservatorio, así como la del agua, cuya tarifa subirá un 25%.